Meditación – Sábado V de Pascua

Hoy es sábado V de Pascua.

La lectura de hoy es del evangelio de Juan (Jn 15, 18-21):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.

Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.

Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».

El Espíritu Santo guía a Pablo y Timoteo

Esta primera lectura nos relata el empeño de san Pablo de extender el evangelio de Jesús a cuantos más lugares y ciudades mejor, para lo que toma de compañero a Timoteo, al que sorprendentemente manda circuncidar, que como sabemos es un rito de la religión judía y no del nuevo cristianismo.

Se detalla dónde predican y dónde no. Lo llamativo es que esta decisión la toman guiados directamente por el Espíritu Santo. “Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia… Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu Santo no se lo consintió”.  

Con la letra grande, cualquier predicador de cualquier época desea predicar el evangelio siguiendo el mandato del Señor: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio”. Pero con la letra pequeña, a todos nos gustaría tener la mimas experiencia de san Pablo, relatada en esta primera lectura: que   el Espíritu Santo nos dijese claramente a qué lugares debemos predicar.

Pablo, Timoteo y cualquiera de nosotros debemos acoger y dejarnos guiar por el prometido Espíritu Santo, que nos llevará por los caminos que conducen a la vida y vida en abundancia

 

No es el siervo más que su amo

El mundo entero ha sido creado por Dios, y “vio Dios que era bueno”. Pero en este pasaje evangélico, San Juan toma el mundo como “lo opuesto a Dios, su enemigo”. Desde ahí entenderemos todas las afirmaciones de san Juan.

Ciertamente “el mundo” fue en contra de Jesús. Le rechazó y la prueba fuerte de este rechazo fue que le dieron muerte crucificándole en una cruz.

Si el cristiano es un fiel seguidor de Jesús, y su intento principal es meter en su vida y en su corazón a Jesús y vivir como él, también el mundo le odiará porque “no es el siervo más que su amo”.

Pero al mundo y a todos sus habitantes como creación de Dios les debemos amar. Sabiendo además en positivo: “Si han guardado mi Palabra, también guardarán la vuestra”.

Ampliando las afirmaciones de Jesús. Hemos de ir en contra del mundo, de la contraria manera de pensar el mundo de Jesús. Siempre nos hemos de quedar con Jesús y su manera de vivir que hemos de copiar. Por este mismo motivo, hemos de amar con intensidad a todos los habitantes del mundo, del planeta tierra, porque son nuestros hermanos a los que Jesús amó y vino a salvar y a los que nos ha confiado a nosotros para que sigamos su labor salvadora y liberadora, viviendo y predicando su evangelio.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.