Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos «Apostolorum Successores»

56. El principio Trinitario.

El Obispo no olvida que ha sido puesto para regir la Iglesia de Dios en el nombre del Padre, del cual transparenta su imagen; en el nombre de Jesucristo, su Hijo, que le ha constituido maestro, sacerdote y pastor; en el nombre del Espíritu Santo que da vida a la Iglesia.(140) El Espíritu Santo sostiene constantemente su misión pastoral(141) y salvaguarda la única soberanía de Cristo. Haciendo presente al Señor, actualizando su palabra, su gracia, su ley, el ministerio del Obispo es un servicio a los hombres que ayuda a conocer y seguir la voluntad del único Señor de todos.


140 Cf. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica postsinodal Pastores Gregis, 7.

141 Cf. Pontificale Romanum. De Ordinatione Episcopi, 35.