El amor a Dios refuerza la unidad (amor a Dios)

Para poder encomendar a Pedro sus ovejas, sin que con ello pareciera que las ovejas quedaban encomendadas a otro pastor distinto de sí mismo, el Señor le pregunta: «Pedro, ¿me amas?» Él respondió: «Te amo». Y le dice por segunda vez: «¿Me amas?», y respondió: «Te amo». Quería fortalecer el amor para reforzar así la unidad. De este modo el que es Único apacienta a través de muchos, y los que son muchos apacientan formando parte del que es único (San Agustín, Sermón 46, sobre los pastores).

El amor que unirá a Dios con los que habitan allí, y a éstos entre sí, será tan grande que todos se amarán como a sí mismos y amarán a Dios más que a sí mismos. Por eso nadie querrá más que lo que Dios quiere; lo que quiera uno lo querrán todos, y la voluntad de todos será la voluntad de Dios… Todos juntos como un solo hombre serán reyes con Dios, porque todos querrán la misma cosa y se cumplirá su voluntad (San Anselmo, Carta 112, a Hugo el recluso, pp. 245-246).